Ejemplos concretos de aplicación en el ámbito educativo
Imaginemos la lectura de un código QR situado por ejemplo, en una planta del entorno escolar a través
del cual accedemos a una información ampliada de dicho vegetal instantáneamente. El cambio que supone la implementación de
esta tecnología incide directamente sobre la descentralización en la gestión del conocimiento. En otros tiempos el estudiante
debía acudir a una biblioteca para conocer más sobre esa planta y consultar enciclopedias o manuales de botánica. Con el uso
de Internet tan sólo necesitaba disponer de un ordenador dotado de conectividad para acceder a una gran cantidad de información
actualizada sin necesidad de moverse del aula (aunque seguía alejado de ese elemento natural que originaba su interés). Ahora
esta información se traslada hasta el lugar donde está situado el elemento objeto de estudio.
Trabajando rutas con códigos QR
Esta es una propuesta para trabajar una ruta (desde Tortosa hasta la Aldea en Cataluña) destacando elementos
del entorno y de jardinería. Para elaborar este material se utilizaron imágenes capturadas con Street View y códigos
QR que enlazaban a vídeos relacionados. En este caso, los códigos QR permiten que un documento en papel se convierta en material
audiovisual utilizando el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo con conectividad inalámbrica. Una clara propuesta
de la herramienta que permite incorporar vídeos en los materiales en papel.
Ayuda memoria
En este vídeo se visualiza la aplicación de un código QR sobre el mástil de una
bandera, en una escuela argentina. La lectura del código permite a los/as alumnos/as descargar el texto de la canción que
se entona mientras se iza la bandera. El/La profesor/a de música, creador de este recurso, ha establecido dentro del código
QR un enlace a un archivo de imagen que contiene la letra de la canción. Esto permite utilizar cualquier teléfono móvil, que
tenga cámara y la aplicación de lectura del QR, para descargar y guardar la imagen en la galería del teléfono y, transferir
el archivo mediante “bluetooth” o infrarrojo a otro teléfono móvil, sin necesidad de conectarse a Internet, ni de disponer
de aplicaciones ofimáticas en el móvil.