Don Quijote de la Mancha armado caballero
En una venta de La Mancha, el hidalgo don Alonso Quijano
obtuvo del ventero el don que él tanto quería.
Don Quijote fue a una venta de La Mancha con la
intención de que le armaran caballero. Le pidió al ventero una y otra vez que a
la mañana siguiente le armara caballero y le informó de que esa misma noche en la capilla velaría sus armas.
El huésped (El hidalgo Don Alonso
Quijano) quería que le nombraran
caballero para poder ir por todo el mundo y ayudar a todos los necesitados.
El ventero empezó a ver la falta
de juicio de su huésped y decidió seguirle la corriente.
Estando el futuro caballero
velando sus armas llegaron unos arrieros a dicha venta y tuvieron una pelea con
el hidalgo.
Debido a los conflictos que estaba causando Don Alonso, esa misma
noche el ventero hizo realidad su sueño y le armó caballero.
El ceremonial se realizó de la
siguiente manera: el ventero cogió un libro y ayudado por un muchacho, que
portaba un cabo de vela, y por dos damas, le mandó hincar la rodilla en el suelo
dándole con la espada dos toques en los hombros y un espaldarazo. Acto seguido
doña Tolosa le ciñó la espada y doña Molinera le calzó las espuelas.
Acabada la ceremonia, marchó don Alonso Quijano, ya
convertido en el caballero andante don Quijote de La Mancha, no sin antes
agradecerle al "señor del castillo" el don que le había concedido.
Dibujo del caballarero y su escudero
Izar Calzada, Alba Jiménez y Sandra León. 4ºA, IES Zorrotza.