UN PRESUNTO BENEFACTOR DE LA HUMANIDAD PONE EN LIBERTAD A CONDENADOS A GALERAS.

Don Quijote de La Mancha, al parecer, enloquecido por la lectura de libros de caballería, decide, después de  luchar contra los vigilantes dar libertad a cinco galeotes, entre los que se encontraba Ginesillo de Pasamonte.

Jobana Mendez

J.M BARANDIARAN

Leioa

 

Don Quijote de La Mancha, así se hacía llamar el hombre que liberó a cinco presos, es un perturbado que recorre La Mancha en busca de aventuras, según explica-ron testigos presenciales.

Al parecer, Don Quijote al ver una cadena de galeotes, decidió acercarse a sus guardianes para informarse sobre los motivos por los que llevaban encadenados a

esos hombres. Según D.Quijote, los motivos no le parecían suficientes para ser condenados. Decidió, por tanto, luchar contra el hombre armado para liberarlos. Una vez libres, el hombre les pidió que fueran a donde la simpar Dulcinea  del Toboso.

Ofendido por la negativa del peligroso delincuente Ginesillo de Pasamonte, el caballero metió mano a la espada y todo acabó en una trifulca en la que los presos terminan apedreándolo. Los testigos describieron a D. Quijote como un

 

Según este retrato, se les puede distinguir sin  dificultad

caballero alto, delgado, vestido con armadura, armado con una espada y acompañado por un escudero bajito, regordete, que se hacía llamar Sancho Panza, su leal compañero.