DEMENTE CONFUNDE CASTILLO CON POSADA Y ATACA A DOS ARRIEROS

Un demente que se hacía  llamar Don Quijote de La Mancha confundió un hostal con un castillo y, cuando los arrieros fueron a recoger agua para sus mulas, les agredió.

Kepa y Javier- 3D1

J. M. BARANDIARAN

Según fuentes policiales, esta es la reconstrucción de los hechos: un demente escapó de su hacienda en busca de aventuras con el fin de cumplir su sueño de ser caballero, forjado a causa de leer excesivas novelas de caballerías.
A lomos de su caballo Rocinante, llegó a una posada situada en Montiel que, al parecer,  confundió con un castillo. Despues de hablar con el ventero pensando que era el dueño del castillo, se hincó de rodillas en el suelo y dijo textualmente "No me levantaré jamás de donde

estoy, valeroso caballero,

fasta que la vuestra cortesia me otorge un don que pedirle quiero, el cual redundara en alabanza vuestra en pro del genero humano". El ventero, a sabiendas de la falta de cordura de su huésped, le siguió la corriente puesto que quería reirse y así evitar que las cosas pasaran a mayores. Mientras estaba velando las armas en el patio, un arriero fue a coger agua para sus mulas. El caballero, llamado Don Quijote de La Mancha, pensando que iba a por las armas, le avisó de que se alejase. Ante la negativa del arreiro, Don Quijote le agredió.

Luego, Don Quijote de La Mancha cambió las armas

Así veia el hostal

de sitio y a continuación llegó otro arriero con idénticas intenciones. Don Quijote de La Mancha lo agredió sin mediar palabra.
El ventero para que Don Quijote se fuera lo antes posible realizó la ceremonia, a sabiendas de que era falsa y no tenía ningún valor. Al parecer, el señor Don Quijote complacido, dada su perturbación mental, abandonó el hostal.